Hace unos días una mujer me preguntaba cómo saber si necesita una sesión uterina conmigo, como podría ayudarle y si es una buena opción en su proceso de empezar a escuchar su mundo interior y poner en orden su vida.
En mi experiencia con otras mujeres, cuando las he acompañado con estas sesiones, han vivido cambios bastante inmediatos, el primero es que notan más energía y según los casos, mejoraban mucho sus molestias menstruales, recuperaron el ciclo y tomaron consciencia de diferentes bloqueos físicos y emocionales, que las limitaban.
Al combinar masaje de matriz y terapia sistémica en una misma sesión se potencian sus beneficios, en la sinergia que nace de la conexión entre el cuerpo y la mente.
Con la ayuda del masaje, se liberan tensiones físicas y emocionales en la zona pélvica y abdominal, asociadas normalmente a experiencias reprimidas.
El útero, también guarda memorias ancestrales, heridas y tensiones que al movilizarse, facilitan la apertura para explorar las dinámicas en tus relaciones, acompañada por la terapia sistémica, constelaciones individuales y trance generativo.
A través del tacto, llega la relajación profunda y puedes tomar conciencia de tu cuerpo, tus patrones de dolor y comprender cómo el estrés y tus relaciones te afectan.
Es un enfoque integral, donde encontrarás el acompañamiento holístico, para reconocer y cambiar los patrones de comportamiento que ya no te ayudan.
Te ayuda a reconectar con tu propia fuerza vital, tu centro, tu feminidad, aliviando bloqueos físicos, emocionales y energéticos que pueden estar afectando tu ciclo y tu sexualidad.
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